sábado, 29 de octubre de 2011

Singapur

Si hay un sitio donde podría vivir sin problema ese sitio es Singapur... la ciudad, el orden, la limpieza, la amabilidad de los singapurenses, la seguridad, la facilidad, el tamaño, el clima, sí, el clima, aunque llueva sin dar tregua en los días de la estación lluviosa, el clima es genial, un verano perenne, un sueño para los del sur que tan mal llevamos el frío!


Y es que es como una burbuja en medio de Asia... bueno, o en medio del mundo en general.


La crisis, ni verla, ni olerla, ni pasárseles por la cabeza... los precios de las cosas siguen subiendo, como por ejemplo el de las viviendas, tanto de compra como de alquiler, los sitios a reventar de gente, y no es precisamente por que sea barato vivir allí o ir de visita, y menos si se compara con los países que lo rodean... sentada en una terraza desayunando antes de uno de los diluvios que me tocó pasar, empezaron a sonar coches, 1... 2... 3... 4... y hasta 5 Ferraris pasaron por delante como si nada, BMW, Mercedes, Maserati... yo nunca he visto tantos juntos como en este país, alguno suelto por China, pero como esto nada comparable, ni Hong Kong, donde sí que he estado más veces y es con el sitio que mejor puedo comparar a Singapur...


Es un país cómodo, pequeño, y donde hay de todo, se mezclan todas las culturas como puede pasar en Londres o Nueva York (aunque este último no lo conozco más allá que de oídas y por la gran pantalla) y, que se aprecie, no hay discriminación ni por nacionalidad, ni por sexo, ni por religión, algo admirable y que en pocos países se ve hoy día.


Poco más que decir, el país ya lo había visitado un par de veces y en ninguna me había llovido tanto como esta vez, pero tuve tiempo de darme una vuelta por Marina Sands Bay tanto al atardecer como de noche y poder echar algunas fotos que pronto colgaré en casa... y probé el Singapore Flyer que de noche ofrece unas vistas comparables con las del Victoria Peak de Hong Kong... media hora por unos 18€ pero que merece la pena gastar y ver Singapur encendido! Ahí os dejo una de las fotos que hice...


Así que bueno, si la cosa en España sigue mal y algún día nos quedamos con una mano delante y otra atrás, a mí podréis buscarme en Singapur que yo creo que tendrá un huequico pa mí!

domingo, 23 de octubre de 2011

VietNam

Estuve en Marruecos antes de venirme a Asia, pero como en lo personal el viaje no pudo ir peor... mejor no contarlo y pasar directamente a Vietnam.


Hace dos años que vine por primera vez a Hanói y aunque algo ha cambiado, la ciudad sigue igual. Las motos son el icono característico de la capital, aunque ahora el número de coches se ha multiplicado bastante, pero las motos siguen reinando...



Y la gente... pues para mí igual. Es uno de los países donde siempre había tenido ganas de estar y que no me ha defraudado. Los vietnamitas son acogedores, simpáticos, alegres, tranquilos, caóticos, peculiares y únicos.


Sigue habiendo puestos por la calle en los que te pesan, en los que se venden ofrendas para los templos y pagodas donde se va a rezar, puestos de comida y bebidas ambulantes, juguetes, globos, golosinas, fruta...


La gente tiene tiempo de sentarse en el lago a pensar, a hablar... yo hacía eso cuando conocí a Pepe, salir a la calle y hablar sentados en un banco, en la playa, en un parque... ahora lo hacemos por Whatsapp... y sí que es más cómodo, pero cuando veo esto a veces quisiera que las cosas fueran más lentas, disfrutar más de la compañía y no depender tanto de los teléfonos y ordenadores.


Y es que conozco a poca gente que haya visitado Vietnam y haya vuelto como si nada, indiferente... es otro mundo, otro orden, otro ritmo, y nada parecido a viajar por Europa. Es como viajar atrás en el tiempo pero a uno que yo no he conocido donde se hace lo que se quiere o se puede pero sin estar siempre pendiente de cómo nos van a juzgar...



Poco más, yo me llevo muy buenos recuerdos y mejor sabor de boca de ver que aún quedan lugares que conservan sus costumbres y que conservan todo su encanto.


Y de aquí a Singapur...