martes, 1 de noviembre de 2011

Yakarta, Indonesia

Mi primera vez en Yakarta, que no en Indonesia, y no sé muy bien si me gusta o no... como ciudad para visitar no es que parezca ser de las más recomendables, pero como ciudad donde ver cosas curiosas debe estar entre las top10 mundiales...


Las comidas... pues he probado poco pero la que más me gusta es la que tomé en la calle, SATE, pinchos de pollo con salsa agridulce hechos a la brasa en un puestecillo ambulante similar al de la foto que va con todo a cuestas. El de la foto es de noodles, también muy típicos aquí, pero me quedo con el Sate.


La gasolina... yo no he visto gasolinera alguna en la ciudad y eso que en suma llevo unas 7 horas de taxi a falta de 2 días para dejar el país... En cambio, la llevan carros ambulantes que llenan garrafas y que bien pueden hacer servicio a domicilio de gasolina... muchos están parados esperando simplemente a que les compren, otros van de un lado para otro a pesar de lo aparatoso del carrillo.


Para los niños... pues hay para todos los gustos y para todos los bolsillos. El que tiene dinero se puede permitir subirse a una de estas atracciones manuales y móviles que funcionan con los pedales de la bicicleta, como otras muchas cosas en este país. El que no tiene dinero, pues se conforma con pisar un charco con la bici e ir mirando el rastro que dejan sus ruedas o con dar vueltas con un lazo sobre el cuerpo para ver como vuela.


Y como he dicho antes, muchas cosas funcionan con los pedales de las bicicletas... por ejemplo, las máquinas de coser que había en el puerto, una caja de máquina de coser anclada al sistema de una bicicleta de forma que en vez de necesitar sólo una persona que le de al pedal de la máquina y cosa, aquí hacen falta dos, una que pedalee para que la máquina ande y otra que cosa las prendas... ver para creer... es cierto que es más fácil mover así la máquina, pero con un remolque se movería igual y sólo se necesitaría una persona haciendo esto... será para matar el tiempo en algo!



En lo que al tema profesional se refiere, a mí siempre me intrigaba el cómo sería el negocio y en qué derivaría cuando se juntasen dos mujeres en vez de dos hombres... y hoy lo he descubierto. La reunión, normal, la consiguiente comida, normal también, y de ahí, en vez de tomar unas cervezas, a un centro de belleza a darnos una sesión de acupuntura para rebajar la comida... yo acojonada de no saber muy bien dónde iba ni a qué me iba a exponer, pero al final bien, llevo pinchazos por todo el cuerpo y supuestamente en una semana se me caerán un par de kilos... así que por probar que no sea! Mañana probaré algún masaje a ver si me medio arreglan esta espalda mía!

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